Pátzcuaro: Es un hermoso pueblo presume la segunda plaza colonial más grande de México. En tiempos de los reyes purépechas, Pátzcuaro era lugar de recreo de la nobleza, y a su vez, sitio de adoración religiosa; decían que ahí estaba la puerta del cielo por donde descendían y subían los dioses. Actualmente los visitantes pueden pasear por el Lago Pátzcuaro, conocer las tradiciones de sus islas y disfrutar de la gastronomía local, famosa por la nieve de pasta, entre otros platillos.
Tzintzuntzan: Este pueblo ofrece una ventana a la cultura indígena de Michoacán, ya que en tiempos prehispánicos fue la capital de los tarascos y aún se pueden visitar cinco basamentos piramidales conocidos como Las Yácatas. Actualmente el poblado es reconocido por su riqueza artesanal en materiales como el tule, el barro, la madera y la cantera. Su gastronomía se distingue por el caldo ahogado, el atole de grano, el churipo de pescado, las corundas y los charales.
Santa Clara del Cobre: Se localiza a solo 75 kilómetros de Morelia y su entorno natural realza su sencilla arquitectura provinciana. Los habitantes de este pueblo preservan una tradición de forjar el cobre el cobre a golpe de martillo, lo que garantiza al visitante obtener una pieza única en cualquiera de los talleres de los maestros artesanos. Los platillos recomendados en este lugar son el borrego, las tortas de tostada de carne apache y el pan tradicional.
Tacámbaro: A 80 kilómetros de Morelia, en medio de un bello entorno boscoso, se encuentra Tacámbaro. Aquí, los visitantes pueden conocer el santuario de la Virgen de Fátima, famoso por sus cuatro pinturas de las vírgenes refugiadas de Polonia, Hungría, Lituania y Cuba, traídas a Tacámbaro debido a que en sus países de origen la religión católica era perseguida. Además, Tacámbaro cuenta con una importante zona eco-turística, que incluye el Parque Cerro Hueco, la Alberca (uno de los tres cráteres volcánicos llenos de agua con los que cuenta Michoacán), la Laguna de Magdalena y la cascada de Santa Paula.
Tlalpujahua: Conocido como el pueblo navideño de México por sus esferas artesanales. Entre sus atractivos turísticos se encuentra el Santuario del Carmen, del Siglo XVII. También es posible visitar las ruinas de la Capilla de Nuestra Señora del Carmen, sepultadas en un accidente minero en 1932. Tlalpujahua conserva un conjunto típico de arquitectura, y sus calles y cuestas empedradas han servido como locaciones para películas de terror en muchas ocasiones.
Angangueo: Un pueblo minero de arquitectura colonial que incluye en su entorno natural los santuarios de la mariposa monarca, ubicados dentro de la reserva de la biósfera y nombrados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La sierra de Angangueo sirve de refugio a millones de mariposas que viajan anualmente desde Canadá y Estados Unidos, realizando un recorrido de alrededor de cuatro mil kilómetros en 25 días. Llegan a Michoacán para reproducirse y en la primavera, emprenden su regreso hacia el norte para concluir su ciclo de vida. Este fenómeno sucede entre octubre y marzo.
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Cuitzeo: Cuitzeo es la laguna más extensa de México. Se encuentra a sólo 34 kilómetros de Morelia y es el hábitat de diversas especies de aves. Además del encanto natural de la laguna, el visitante puede conocer el convento agustino de Santa María Magdalena, una construcción iniciada en 1550 con aspecto de fortaleza medieval. La oferta gastronómica de Cuitzeo incluye charales, lechón, ancas de rana, tortillas de maíz pintada de color vegetal y mole de guajolote.
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Jiquilpan: Los visitantes pueden disfrutar de una vista panorámica de la ciudad y de sus característicos árboles desde la biblioteca Casa de piedra, situada en lo alto de una pequeña loma. Otros atractivos turísticos de Jiquilpan son el Templo del Sagrado Corazón, en donde hay un mural pintado por un discípulo de José Clemente Orozco, y la Biblioteca Pública, alojada en un inmueble del siglo XIX. Entre los platillos típicos de este pueblo están los pajaretes, las corundas, el buche y las carnitas de cerdo.